UNOS ENVEJECEN ANTES, OTROS DESPUÉS
Unos envejecen antes, otro envejecen después
Otros se llenan de arrugas, achacándoselas a la vejez
Mueren en vida, pensando en su estrechez
Se tiñen las canas escondiendo su inmadurez
Unos envejecen perdiendo la memoria en tartamudez
Otros se vuelven taciturnos sin sueños, pensativos de gravidez
Silenciosos como los sepulcros, de restos de hediondez
Los acorrala la incertidumbre, solitarios al vaivén de la dejadez
A unos los arrebata el envanecimiento de su arrogancia
Vanidad maldita, desgracia insostenible de las circunstancias
Lágrimas que resbalan secas, mostrando el ego de su jactancia
Pasos lentos se avecinan, dejando vacíos en abundancia
Otros se quitan los años, como si las arrugas no mostraran lo bello de la vejez
Se visten de seda, luciendo vestidos con arrogancia de altivez
Orgullosos de su condición social, eludiendo su ridiculez
Se vuelven inquietos, envidiando al rozagante de su exquisitez
Otros se vuelven neurasténicos, vociferando soeces
Se aíslan de su entorno como espantos que desaparecen
Se vuelven un estorbo, esperando el castigo que se merecen
Anochece y el frío acecha, sin dormir y en el horizonte ya amanece
Otros envejecen prematuramente, agobiados por su riqueza
Pensamientos al garete, se nublan con llantos de tristeza
Se mudan de casa, los años pesan, pierden el equilibrio de su destreza
Todos se olvidan y en un cuarto frío da rienda suelta a sus flaquezas
Otros molestan y fastidian, mostrando su enfado de irritación
La vejez hace su estrago, la desolación impera en su condición
Las anécdotas de sus recuerdos ya no tienen cabida en su opinión
Grita y se desespera sin eco, las llamas de su desolación
Otros quieren salir corriendo, evitando la vejez de sus cadenas
Nacieron viejos, acumulando riquezas a manos llenas
Volaron muy alto, con sus dineros compran las arrugas que envenenan
Cercenaron la alegría de la vejez, marchitando la belleza de sus faenas
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga dic 13-2017