Mi escondite de cristal
(primer día de clases en escuela y ciudad distintas)
Bien valdría aceptar la apuesta,
aunque el corazón y el alma
- están dolidos,
por haber dejado el nido
y el fogón de casa…
Esa mañana podía auscultar todo
lo que pasaba en el gran patio
tan lleno de vida,
mirando desde mi escondite de cristal
- mi torreón de vigía provisorio,
carreras , abrazos, saludos
y bromas conocidas
de los más viejos
y amigos de años pasados…
Algunos…los menos,
en los rincones de la fuente de estrellas
bullente de gritos
y alegrías por los reencuentros…
Los novatos mirando de lejos
con cara de pena y suspenso,
igual que la mía…
con el corazón apretado
dejando correr mejilla abajo
- más de una lágrima,
mostrando la tristeza de una partida…
- comenzando a volar
con rumbo desconocido,
ellos y yo…
exploradores audaces
a medio convencer
- camino incierto.
Era el volar de los pájaros
que por vez primera
migran a otras latitudes
para validar su existencia…
Naturaleza y esencia.