PERDONA….
Perdona si te he ofendido,
perdona si te he hecho daño,
perdona si las palabras
me han estallado en los labios.
Perdona si no te pido
perdón, mirando a los ojos,
pero es que temo, al mirarlos,
que me fulminen sus rayos.
¿Acaso tú no has herido
sin pretender hacer daño
o no has hurgado una herida
por rencor o desengaño?
Arrieros somos, mi niña
y en el camino dejamos
a veces la piel a tiras
y el corazón en pedazos.
¡Dame tu mano de amiga!,
¡olvida los desengaños!
Porque la senda es muy dura
y es el camino muy largo
para hacerlo entre reproches,
para hacerlo más amargo.
Te ofrezco la rosa blanca,
entre mis dedos temblando,
te ofrezco perdón y olvido,
te pido paz y silencio
para mirarte a los ojos,
para decirte... ¡Lo siento!
ENFUNDA TU ROSA BLANCA
¿A que estás jugando niño?
¿con quien te la estás jugando?
¡tanto alarde de sapiencia
tanto presumir de macho¡
¿A donde tu amplia experiencia?
¿a donde tu experta mano?
¿a quien ofreces la rosa
virginal en desagravio?´
debieras saber, mi niño
que aquella que entre sus brazos
tuvo una rosa de fuego
no aceptaria otra rosa
que una purpura del cairo
aunque le arañe los pechos
aunque desgarre sus labios
guarda esa blanca paloma
en las prisión de tus manos
que soy un águila negra
y tengo el techo muy alto
donde no llegan tus gritos
donde no alcanzan tus celos
donde siquiera soñaste
trenzar conmigo tu vuelo