Apyarathos

Cinco minutos antes de las tres.

Prometo adorarte cada noche en cada cuarto de este escondrijo antes vacío. Te devolveré al mundo luego de crear una nueva Vía Láctea conectando uno a uno tus lunares y construir una eternidad fuera del tiempo hasta que el nirvana sea un estado natural. Prometo ser y permanecer, prometo no mentir y declararte que miento cuando detrás de mi espalda recorras mis dedos cruzados... Prometo recordarte en todo momento lo hermosos que son tus labios y qué tan espléndidamente bien se entienden con los míos.

Te dedicaré mis sonidos y mis respiraciones inquietas. Seré tu pintura amarilla, una cama deshecha, aquellos cigarrillos casi apagados esperando terminar de ser consumidos. Consúmeme, labraré traviesa la dicha en tu pecho. Escribiré en tu tez los encuentros nocturnos que recuerdas cuando, distraído en la mañana, chocas con alguien y sientes nuevamente las marcas furiosas de mis uñas subiendo el camino de tu columna, la memoria que relegas en las confesiones del domingo.