Tormentosos mis ojos aclaman cuando ya no te ven.
Desazón de un alma que siente el terror inmenso de perderte.
Ansias de abrazarte, pura –calma- el hasta el amanecer.
Anhelo de un amor que ya no se conforma con no tenerte.
Mentira, ceguera absoluta, mi vida sin tu amor;
y angustia por ya no poder ocultarlo.
Soledad que tus ojos reflejan
Aunque nada pueda hacer por remediarlo.
Rabia, hastío, decepción, pavura y, por fin calma.
Ilusión que arriba a mi vida y la conduce
en un sueño que, espero, sea interminable.
El de amarte todas las noches, hasta el arribo del alba.