Carlos Hector Alvarez

Honrar al padre y a la madre

HONRAR AL PADRE Y A LA MADRE

A fines del mes de octubre, la sociedad toda, demostró su avidez, su necesidad de amor, volcándose masivamente a festejar el día de la madre. Felices aquellos que aun la tienen y son destinatarios de su ternura, de su amor, cuando no de sus desvelos. Tristes y llorosos, aquellos, que como yo la perdieron  comprendiendo al no tenerla más, el valor infinito de su presencia, presencia hecha de abnegación, sacrificio, dedicación, fruto de ese Dios inconmensurable que palpita en sus corazones. La vida en sus avatares, nos pone frente a bellísimos ejemplos de amor maternal, de madres que han llegado hasta el martirio por amor a sus hijos, al igual que aquellas que día a día  de todo se privan para que a sus hijos nada les falte. Para nuestra desgracia, son muy pocos los ejemplos dados por hijos que han sacrificado no ya sus vidas, sino una parte ínfima de sus días para dedicarlos con desprendimiento a una madre, no es un reproche, es una realidad.

Todavía están frescas las flores que adornaron la mesa de los festejos, ya quizás algunos, han descuidado, a ese ser invalorable que es la madre. En la inmensa mayoría somos cristianos, no debemos olvidar el mandato Supremo que está establecido en el quinto mandamiento de la ley de Dios que dice Honra al padre y a la madre. En el libro del Éxodo en el A.T. podemos leer \"Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Eterno, tu Dios te da\". Está bien entonces que el tercer domingo de Octubre le dediquemos a venerar a esa mujer, que no solo nos dio el ser, sino que supo renunciar a todo por nosotros. ¿Porque no los trescientos sesenta y cinco días del año?

  Al detenernos a pensar cuantas veces desobedecemos este mandato divino, que quizás sea ésta una de las razones, por la que el mundo de hoy, es lo que es. Una humanidad desorientada, sin rumbo fijo, sin nada que permita avizorar un  mañana mejor. Espero que quienes estén leyendo tengan un gran afecto, un gran respeto, y por sobre todo un gran amor por la persona que los trajo al mundo, no quedándose con decirlo sino demostrando con hechos, res non verba. Si no es así, deben aprovechar esta feliz circunstancia para darse cuenta o analizar, como es ese comportamiento con el ser más querido del universo, ese ser amado que al decir del poeta, es el único Dios sin ateos en la tierra, cambiando de actitud volcando en ella, el amor, la ternura, comprensión y respeto.

Colofón

¿Qué significa \" honrar a los padres\"? Según el diccionario de la Real Academia, el verbo honrar implica \"tratar con respeto, con debida obediencia y cortesía”:

Cuando los hijos  dejamos de tratar, a nuestros padres con honor y consideración, la estructura familiar se desmorona. Cuando eso sucede, ya es solo cuestión de tiempo para que una sociedad se derrumbe, porque nadie ignora que las sociedades son lo que son las familias que la componen. Cuando un pueblo mantiene un profundo respeto por sus mayores, aunque debe afrontar grandes dificultades esa nación permanece unida.