Cuando no entiendes por que una niñez es arrebatada
por los olores que disfrazan el hambre y distraen la mente
para olvidar la triste realidad, duele el alma.
Cuando las ideas se expresan y las bocas se callan a fuerza de golpes físicos
y de violencia psicológica, duele el alma.
Cuando el interés económico se sobre pone a la inteligencia,
a la humanidad, a la cordura, y se lleva entre las patas
las vidas desprotegidas, duele el alma.
Cuando la barbarie se impone en los lugares naturales arrasando con flora y fauna,
dejando lugares desolados y personas enfermas que dejaron sus vidas en las minas, duele el alma.
Duele el alma, ver a los niños llorar de hambre o de frío,
duele el alma ver a las mujeres violentadas,
duele el alma al ver a los abuelos abandonados,
duele el alma ver a los animales despreciados,
duele el alma ser consciente de esta realidad,
duele el alma saber que no nos queda tiempo,
duele el alma saber que como humanidad no tenemos remedio,
duele el alma cuando te duele el dolor ajeno y aprietas los dientes
y los puños para dar un abrazo de animo.
Duele el alma, y son dolores que no se curan,
que no se calman mas que con la ignorancia y la deshumanidad,
y de ser así no quiero que deje de doler.