Me quede con los deseos, de decirle lo mucho que me gusta.
Me quede con los deseos de decirle que de ella estoy enamorado.
Me quede con mis deseos de dedicarle un buen poema para enamorarla y tomar su mano y poder caminar un buen rato por algún hermoso lugar.
Me quede con mis deseos de darle un ramo de rosas, para ver si me daba su amor
Pero no tuve la valentía.
Me quede con los deseos de poder robarle unos buenos besos, pero final de cuenta, me hablaba la conciencia que no debería de pensar en eso, ya que soy un caballero y eso es muy malo, y de nuevo me quedaba con mis deseos.
Me quede con los deseos de decirle que es la segunda cosa más hermoso que haya visto en este mundo, ya que lo primero es mi Dios.
No tuve el valor de demostrarle mi amor, por el temor a que se molestara y poder quitar su valioso tiempo.
Pero ya paso el tiempo, yo creo que ya tiene alguien tal vez, algún un novio que ocupa su corazón tal vez ella no vio, mis sentimientos, como podía ver si, si nunca se lo demostré que tonto soy
Me quede con mis deseos de poder enamorarla y tenerla a mi lado, solo me quede con mis deseos.
Me quede con los deseos de hablarle, para que me escuchara, pero fue más el miedo y me quede con mis deseos de hablarle, hasta las palabras, las tenía practicadas para poderme expresarme mi amor por ella y mi corazón palpitaba muy deprisa.
Pude a verme humillado para poder, conversar con ella a ver si así se fijaba en mí.
Pero lamentablemente me quede con mis deseos de tener su amor.
Con mis deseos tan buenos y no malos pensamientos, pero la oportunidad se esfuma como la espuma, y ya no viene otra más así seba el tiempo como el viento.
Así que me quede con mis deseos.
Poema de Ismael de Jesús Gómez Méndez
Miércoles 13 de diciembre del 2017