Esa música que es tuya (porque te gusta),
no es la misma que la mía(la que yo hago),
esa música que es tuya, define tu manera de sentir,
esa música que es mía a veces es solo baile.
Esa dulzura que es la música que escuchas (y que eres)
no es mi jocosidad, ni mis rimas disruptivas
ni mis baterías repetitivas, ni mis contratiempos,
ni el bajo que retumba.
Lo tuyo es el amor ingenioso acústico,
la música hecha por grupos de músicos reales,
lo tuyo es la honestidad
de un compositor que no modera su manera de sentir.
Yo mientras tanto secuencio baterías y sintetizo
la guitarra que no se tocar,
afino voces con maquinitas y simulo la acústica
que no tiene mi estudio casero.
Tu escuchas a los cantantes de voces potentes
de rangos vocales altos,
yo sin embargo, te canto del do central a la siguiente octava
con timidez y vacilación miedoso de desafinar.
Sin embargo esa música que es tuya porque te gusta,
de vez en cuando puede ser mía, cuando la escucho mientras te pienso,
y esa música que es mía, porque la hago,
también es tuya, porque es para ti.