Cuento hasta cien y tienes que
encontrarme. cuando has venido
ya estaba dormida con la soledad
La noche estrellada debajo
de mi almohada, la montaña sagrada
mirándome a la cara allí tumbada
Sueñan las cataratas del Niágara
que pasan por mi cama, me bañan,
me acunan en su calma enamorada
Al cilantro le gusta ser cúrcuma,
la flor de la canela ya no espera
y se derrama entera en primavera
Cantan dulces las cigarras enanas,
voy descubriendo entre sábanas
la vida poco a poco entre abrazos
De mis cenizas
renaceré otra vez en tus brazos
ÁGORA
27/11/2017