(1)
Me enamoras
cuando contemplo tus manos
coqueteando con las mías
como dos niños
cuando miro tus ojos
viendo su intención de robar
mi corazón colocado
de tus caricias.
Me enamoras
cuando me observas
imagino que estamos en tu cama
mientras escucho un silencio moribundo
que espera la llegada de su hora
por culpa de tu infinita risa.
Me enamoras
cuando paseamos por Cracovia
no dejo de mirarte
toda la noche y todo el día
dejaste atrás al verano galopante
como una aurora boreal
que regala alegría
que recorre el cielo
como un experimentado navegante.
Me enamoras
cuando haces bailar tu pelo
al ritmo del mejor tango
nace en mí una esperanza
pero también un sueño
sé muy bien lo que quieres
tu delicada mirada
me pide más de un beso.
(2)
Hay que enamorarte
con sutileza y mucho ahínco
con sonrisas
ausentes de tiempo
abundantes de morbo.
Hay que enamorarte
con tolerancia al dolor
sin miedo a la maldición
del desamor.
Hay que enamorarte
que suene nuestra preferida canción
mis caricias
despiertan tus escondidos vicios
ansiosos de pasar a la acción
dibujan tulipanes en tu rostro
de mañanas tristes
si en mi cama brilla tu ausencia
de tardes felices
si me enseñas tu colección de besos
y decides darme tu favorito
que sabe a gloria.
Hay que enamorarte
pero con paciencia
aunque hayamos estado separados
por un siglo
para dejar las cartas sobre la mesa
demostrar valentía
que nuestros cuerpos
comiencen el juego
con mucha picardía.
(3)
Para desenamorarme
es necesario un llanto
pero un buen llanto
es decir
que sea de veterano
no de novato
con lágrimas inmortales
no de cocodrilo.
Que sea por un segundo
que sea por un rato
un llanto
sólo uno
pero verdadero
que me recuerde
los besos que intenté regalarte
aunque en realidad no los aceptaste
decidiste lanzarlos al cielo
porque pequé de cobarde.
Para desenamorarme
tengo que reír
reír para callar al fracaso y al miedo
reír más
porque sabemos que ahí fuera
existen corazones de rostro desolado
que nos necesitan
y piden auxilio exhausto.
Reír porque la soledad
no es mi enemiga
me da la energía
de cien soles
para retomar mi conquista.
Reír porque nunca hay que rendirse
aunque prohíbas la entrada:
a una mirada
a un beso
a un poema
Para desenamorarme
tengo que reconocer
reconocer que tu amor y el mío
odian el calor y aman el frío.
Reconocer que a veces
no estamos preparados
para reír sin llorar
para amar sin poseer
para bailar y tocar.
(4)
Pero
¿Cómo desenamorar?
No lo sé
tu lo sabrás...
Desenamoras
enviándome cartas de polvo negro
tristes señales
qué mal augurio
para mi corazón enfermo.
Desenamoras
usando tu certera mirada
que pinta hielo y sombra
tan rápido como cae el agua
de una cascada.
Desenamoras
te voy a decir cómo
echando nuestros bailes por la borda
evitando el avance de mi boca
que cuesta arriba la sed de conquista lleva.
Desenamoras
avandonándome
para especular con besos
retomas el vuelo a otra parte
para robar corazones sanos
como un pirata
que quiere saquear el mundo