Estruendoso silencio que ensordece,
helada noche que quema,
eres como ramas secas que florecen
en el prado amargo de mis penas.
Te miro y mi mundo se estremece;
se agita el magma de mis venas,
todo tu ajuar desaparece,
te vuelves néctar que envenena.
Mi vicio, mi pecado, mi día trece,
la juez tronante que condena,
\"tic tac\" el reloj marca las siete
me anclo al presente y tus caderas.
- Miguel Ángel De Los Santos -