Y busco no necesitarte.
Y es que no debo amarte.
Otras voces oigo.
Otras rostros veo.
Conversaciones vanas tengo.
Y sonrío.
Sonrío hacia afuera.
Sonrío mecánica.
Sonrío con pena.
Y es que me faltas.
Mi alma te extraña.
Mi corazón me reclama.
Pero no estás.
Ya no más.
Me haces falta.
Pero me he de acostumbrar
a tu ausencia,
a tu silencio,
a tu lejanía,
a esta letanía.
Porque yo no soy nada
en tu vida.
[Jana Maia, 2017]