Hugo Emilio Ocanto

*** Culpa que no es *** - Poema - - Autor: Álvaro J. Márquez - - Interpreta: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

\"El amor y el pecado van de la mano,/ es una de las cosas que he aprendido./ Amor sin pecado no es humano/ y ni siquiera es divertido\"

 

Te debates entre aquello que debe y no debe ser,

porque algo en contra de tus principios existe,

te cuelgan letreros, te juzgan pero eres mujer

y algo que siente una mujer fue lo que sentiste.

 

Debes fidelidad, te toca mantener un concepto,

una imagen que ante tantos ojos fue construida,

todo se te acepta, absolutamente todo, excepto

que digas que alguien más te hace sentir querida.

 

Ante los ojos de los demás nunca puedes fallar,

has emprendido un viaje a la decencia sin regreso,

si un sostén te incomoda y te lo quieren quitar,

que no haya alguien aparte de tu esposo para eso.

 

No importa si quieres sacarlo pues te provoca,

porque unos ojos que no debían verte te ven...

para los demás serás una indecente, una loca

y tal vez que te vean indecente te parezca bien.

 

Es que por dentro de ti eres sobre todo mujer

y a veces un pensamiento, un deseo se escapa

y sientes lo que sientes queriendo o sin querer

y de pronto una culpa que no lo es... te atrapa.

 

Ya te vieron, te estremecieron, mujer ya pecaste,

tus senos al aire la curiosidad de alguien mataron,

el sostén que tenías ya ni sabes dónde lo dejaste,

las sospechas sobre tu indecencia se confirmaron.

 

Sólo tú lo sabes, pero ya ese concepto te da risa,

te descubres y te sientes más mujer cada día...

sabes que si acaso imprudente fuera la brisa,

secretos de tanta gente como huracán soplaría.

 

¿Un sostén en el suelo define tu indecencia?

¿Es más decente tapar tus senos y reprimir deseos?

Pudo ser un gesto de libertad en toda su esencia

porque ya no quieres que tus senos se sientan reos.

 

Te los vio alguien que no era digamos, el elegido,

te hablo de una elección de la gente, de la sociedad,

no era él tu novio y sobre todo no era tu marido

y tu decencia ha entrado en estado de precariedad.

 

Oh... pobre de ti, de ti misma tan mal no pensarás,

pero quizá sospechen algo quienes tus cosas leen,

dirán que por remordimientos esta noche no dormirás

y quizá no duermas... pero no por lo que todos creen.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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