Solo quise que siguieras tu camino
pensando que nada es imposible,
que todo lo que anhelas es factible
cuando tienes la fuerza y equilibrio
de cumplir con tus sueños y objetivos.
Viviste enfrentando desafíos
teniendo que vencerlos día a día ,
aprendiste a superarlos y adquirías
experiencias que forjaban tu carácter,
tu valor y tu respeto por la vida.
Supiste entender estos conceptos
y el tiempo que pasaste en este mundo
lo viviste forjando tu futuro,
culminabas con esfuerzo tus estudios
eran logros que exhibías con orgullo.
No se entienden los designios del destino,
cuando vemos que se encuentra
el lugar en este mundo,
aparecen los demonios de la nada
trayendo entre sus manos asesinas
la muerte, el dolor y el infortunio.
Hace cuatro años estabas con nosotros
y eras de la casa la luz y la alegría
que llenaba los espacios de armonía,
aunque las manos de tu madre la iluminen
al mirarnos los recuerdos nos invaden
y es la casa más triste y más vacía.