Al verte por primera vez
Sin quererlo ni pensarlo te amé
Te amé con la ilusión engrandecida
De mi primera adolescencia rediviva
Te amé con la fuerza de mi juventud
Que no supo de renuncias ni virtudes
Lo hice ya hombre, con la pasión
Con la que aman los que tienen corazón
Y hoy como un descolado mueble viejo
Como dice el tango de Gardel
Te sigo amando en recuerdos añejos
En las bellas añoranzas de un ayer
Que aunque borrosas y lejanas
Me hacen en mis sueños conmover
Y mañana, cuando quede sin latir
Mi ya herido y cansado corazón
Desde el más allá, no importa la distancia
Te seguirá amando, porque te amé
Y por lo que vivimos, jamás te olvidaré