Recuerdo aquella noche en que seguí tus pasos,
yo iba muy callado pensando solo en ti,
pensé que al decirte te amo, tú me harías caso,
porque sabes que mis noches son solo para ti.
Guardó un secreto aquella noche estrellada,
esa noche tibia que tus besos absorbí,
te miré fijamente y al sentirte enamorada,
cogiendo yo tu talle mil besos te ofrecí.
En mis brazos te cobijaste muy tiernamente,
y las palabras se callaron por un instante,
solo tú y yo amándonos mutuamente,
en esa noche de amor, que hoy lo llevo presente.
Yo no quise perder ese encanto,
que me brindaste tú en aquel beso,
aunque mi partida te causo el llanto,
hoy vas conmigo en un solo rezo.
Te declaré mi amor, antes de mi partida,
pues el destino así lo tenía señalado,
tenía que seguir mi camino, no era una huida,
fue nuestra declaración de amor muy esperado.
Hoy la noche me trae todos los recuerdos,
de aquella declaración de amor quizás tardía,
nos envolvimos en llanto y también en besos,
y desde aquel día, fuiste mi amor y mi alegría.