El día que se marchara Sin ninguna explicación,
Fue tan grande mi dolor que ni buscarla intente
Jamás supe la razón, explicación no le alle,
Si era tanto su querer, solo imagine un engaño.
Y después de tantos años, llega una carta a mis manos
De una tal Rosa Milagros que por curiosidad abrí,
Y adentro un sobre serrado con un sello que decía
envío no recibido, domicilio equivocado.
Recuerdo cual fuera hoy cuando me llego esa carta,
Negué que a mi fuera enviada y Sin leerla la reenvié.
Pero esta carta de ayer en el final de mis días
que esta joven me escribía explicando las razones,
Y dándome pormenores confirmando con certeza
que cumpliendo la promesa que a su madre realizará,
quien le pidió que acercara a mis manos esa carta,
Que enferma su madre ya, en su lecho agonizante
Le confesó balbuceante de esta historia de su vida,
Y así le confesaría con los ojos sollozantes
Que enamorada de un joven a él su cuerpo le entregó.
Y que cuando se enteraron que se hallaba embarazada
La familia avergonzada antes de verse humillada
Con mentiras y engañada de aquel pueblo la alejó.
Contando los pormenores a Usted le escribió esta carta
Pero al venir rechazada secretamente guardó,
como guardó en sus entrañas el fruto de aquel amor.
Hoy conociendo esta historia le escribo esta carta yo,
Y si a pedirle perdón en el nombre de mi madre
Tuviera yo que llegarme con mi niño yo lo haría.
No quise abrir esa carta, la que un día ella me enviara
Porque espero la llegada de mi hija con un nieto
Y poder en ese encuentro los tres leer esa carta.
H-C-L