COCHERO DE LA LLUVIA.
¡Oh viento!,
tu que peinas el cabello cristalino de la fuente,
Cochero misterioso donde viaja la Lluvia,
detén tu paso quedo,
y al niño que pregunta, que pregunta y pregunta,
le narrarás sin prisa tu poema más bello,
le dirás que te llevas los átomos del agua,
para sembrar de nubes farallones de cielo,
que la fragante aroma también viene contigo,
y la agreste fragancia que perfuma el paisaje,
el canto y el mugido..., la música salvaje,
la leve mariposa que cabalga en tu olvido,
como si presintiera que es hermoso su traje;
detén tu paso quedo,
y al niño que pregunta, que pregunta y pregunta,
le contarás del necio que te lanza, suicida,
la peste de unos gases,
el humo fratricida...,
y cuéntale también al niño de mi sueño,
que tú naciste libre,
que tú no tienes dueño,
¡Oh, Viento,
qué silencio más hondo tu distante presagio,
tu mensaje sin fecha y sin destinatario,
tu voz en lo profundo de la nada que inquieta,
perfil de vagabundo,
Posdata del Poeta...!