Adoremos en la fe a Jesús Niño
en el pobre pesebre iluminado
por la estrella mágica de reyes
y por almas inocentes de pastores.
Las piedras y las pajas de la cuna
preanuncian la dureza de la cruz
y el corazón compasivo de María
hace suyo el dolor de ese misterio.
Plena Navidad que une las creencias
de presentes y ausentes que abracé
inmerso en el milagro de la vida,
que ese Niño en Belén nos resucita
en un altar más amoroso y menos duro
donde igualmente allí se nos inmola
el Dios hombre u hombre Dios…
desde esta Navidad y hasta el Calvario.
De mi libro “De poemas y de cantares”. 2012 ISBN 978-987-1415-52-6