Dante Verne

Hielo y fuego

 

¿Dónde queda la sonrisa herida?

¿Dónde la sangre invernal olvidada?

Ya de tierra quemada, oscura,

ya de noche y voluntad partida.

Pesadas lágrimas me socavaban,

me arañaban el alma rendida

de fingidas promesas que ataban

tu mirada a una esencia vacía.

¿Dónde tu fuego tan lleno de vida?

¿Dónde tu cariño de hiedra mala?

No me dejaste ni las alas vivas,

que sólo quedan palabras sombrías.

Y este hielo que me atenaza y brilla

en mi corazón de piedra que trata

con un frío tan intenso que mata

y mataría con su aliento y sin prisa.

Del fuego sólo quedará la ceniza,

y del hielo una promesa que parta

y combata quizás hacia otra orilla

y haga de esta esquina de mi vida

frío incendio que abrasa y que olvida.