¿Es acaso un pecado
que te quiera tan pronto?
¿O que te suspire soñando
en mis más dulces sueños?
Pues es por tu ojos,
divinos diseños,
que deslumbran el arte
del poder celestial.
Y así te hizo el Padre,
divina doncella,
tan fina tan bella
escultura ideal.
Te moldearon princesa,
los más grandes cielos,
Y te pintaron de luz,
como las estrellas al mar.
Trazaron tus labios
laureados autores,
pintando tu boca
de divinos colores,
buscando la risa
de modelo ideal.
Y al ver que te veo,
Divina, curiosa,
Pregunto al Señor,
¿Cómo es que se capta a una diosa
en su máximo esplendor?
Y así uso mi boca,
el mejor pincel,
y así pinto a mi diosa,
C’est toi, Danielle.