Y dejaste que una duda te comiera,
con los dientes del pasado que no ha muerto.
El temor a repetir dolores viejos
fue opacando la alegría de lo nuevo.
Y dejaste que el pasado no resuelto
te quitara el presente y el futuro.
Con el mismo corazón que diste vida
hoy ahogaste sentimientos y emociones.
Tus ventanas no te están mostrando el mundo;
has cambiado los cristales transparentes
por espejos que reflejan cosas viejas.
Es la hora de mirar hacia delante,
y dejar lo que ha pasado para siempre.
Aun es tiempo de querer y ser querida
y que tu alma brille plena y sin dolores.