La habitación iluminada por tu recuerdo
guardo silencio al escuchar tu melodía perfecta,
y sonrío mientras los recuerdos llegan lejanos,
risas, llantos, abrazos.
El brillo de la estrella que observo
tras la cortina de mi ventana
me dice que extrañe tu mirada quieta,
serena y algunas veces picara alocada
Recuesto mi cuerpo sobre la cama fría,
abandonada del aroma de tus sueños
cercanos compartidos,
míos en instantes robados.
¡Tengo frío! La llama de tu abrazo sutil
se ha quedado en el viento,
¡Tomo un minuto mío!
para sentir tú presencia en un recuerdo.
Se volvió tan real ese instante
que solo provocó una sonrisa en mi rostro,
y una lagrima de amor en mis mejillas.
Tomo un instante mío y el tiempo se detiene
vivo cada segundo para recordarte,
para orar que regreses al nido
pintado de cielo.
Respirando la esencia
de ese amor compartido,
y ambos escribir entre líneas en el tiempo
Ramón de Jesús Hernández Olivares
del poemario \" Confesiones al Viento\"
Veracruz, México