Llega el frio gélido del invierno,
las temperaturas descienden bajo cero.
Un manto de nieve viste las montañas,
Las calles, los parques y los ríos se hielan.
Los niños juegan a elaborar muñecos de nieve.
Nos gusta quedarnos en nuestras casas
calentándonos bajo el fuego de la chimenea,
y cenando una sopa caliente.
Pero no solo nieva en nuestro entorno,
Sino también en nuestros corazones
que buscan calentarse con el abrigo del cariño
y necesitan recibir gestos como besos, caricias, etc,
aparte de calentarnos los cuerpos con el contacto.
Una nevada misteriosa cae sobre nuestro corazón.
Y me pregunto
¿Cómo puedo protegerlo para que nuestro amor no se congele?