Su cabello era rizado como las olas del mar, hilos de hermosura que nacían en su cabeza y alcanzaban su cintura, yo recorría lentamente esas curvas con la yema de mis dedos y finalizaba con un beso en la frente para que supieras que en mis playas privadas yo surfeaba, que en las hebras yo cosía un amor tan largo como tu cabello... Lord Vanvle