El día que deje de escribir
una flor del desierto seré...
en rio seco me convertiré...
solo un sol sin rayos será.
El día que deje de escribir,
se irán muriendo mis latidos por ahí,
cada paso que dé será
ir por un sendero sin paz.
¡Qué vacio y qué tristeza!
si así he vertido mis lágrimas,
en hojas blancas de mi alma
que llenan de luz a mi corazón.
El día que deje de escribir
vagaré como una sombra,
la luz del día no veré
ni saludaré a la bella luna.
Todos mis vuelos
serán cancelados,
a mi vida llegará el silencio,
la soledad y el abatimiento.
El día que deje de escribir
iré muriendo lentamente,
esperando el último latido
de mi enamorado corazón.
¡DIOS...! déjame sin flores...
déjame sin aves mi cielo...
déjame sin un abrazo sincero...
llévate todo lo que quede de mí...
solo te pido ,si es que lo merezco,
un poco de inspiración
para hacer sonreir a mi corazón.
No hagas callar mi pluma,
es lo único que aprendí a disfrutar,
quiero seguir haciendo
lo que me hace tan feliz.
YOLANDA BARRY.