La noche esconde olores;
de su espesura,
se desprenden ojos
que nos siguen.
Sobre mi piel
se desliza tu voz,
sobre tu piel
vuela la sombra de mis manos.
La noche huele a luna,
y sus hilos blancos,
enredándose en el pelo,
nos refrescan los deseos.
La noche te trae cargada,
sus manos oscuras
te van soltando,
depositándote sobre mi pecho.
Tu corazón se sienta
entre mis manos,
y nuestros labios salen a volar
acompañándose.
La noche nos acerca
y nos separa,
nos convida a latir,
a fabricar recuerdos.
Tu cuerpo es azul
como el océano,
mi cuerpo en ti navega,
fraguando metales y misterios.