¿Quién nos da la voz para ser jurado o verdugo?
¿quién nos otorga el poder para distinguir lo bueno de lo malo?
¿Cuál es el motivo por el que obramos nuestros actos?
¿cuál es el origen de toda la envidia surgida en nuestros corazones?
Sé que es imposible saber responder bien a todas estas preguntas
pero siempre tenemos algún motivo para desviar el tema
Todo podría suceder, ahora bien todo podría suceder
porque la historia se repite una y otra vez
como un martillo en la pared
No es importante saber quién tiró la primera piedra
para juzgarme porque la siguiente cavó
mi propia tumba en vida sin poder defenderme
en los tiempos que corren ya no importa quién es leal a quién
y más imposible aún que mi libertad sea aceptada
Todo podría suceder, ahora bien todo podría suceder
porque la historia se repite una y otra vez
como un martillo en la pared
Al igual que una puñalada por la espalda
baja el arma una y otra vez
como un martillo en la pared
Cómo nos podemos llegar a sentir cómodos
en juzgar a alguien por algo
que pasó tiempo atrás y quedó más que olvidado
acaso nos sentimos en poder de hablar mal en su nombre
todo el mundo cambia y merece una segunda oportunidad
Pero se ve qué no mucha gente como tú
piensa que somos los demás los que obran mal
así que de nuevo la historia se repite una y otra vez
como un disparo por la espalda
vacía el cargador una y otra vez
al igual que un martillo en la pared