Norberto Osvaldo Algarin

A una brasilera

Ella no vino de un país cualquiera

(la hermosa rubia de rasgos de Diosa);

despegó de la nación brasilera

cual de la crisálida la mariposa.

 

Sol tropical, cierzos de primavera

trajo además de perfumes de rosa.

Verdes consigo se trajo quien fuera

la flor del Brasil, lis maravilhosa.

 

Esa impúber pareciera modelo

de alguna estatua de Creta o de Milo;

náyade alada que boga en el cielo,

 

Píndaro la alaba desde el peristilo

viéndola cómo estiliza su vuelo

de mítico estilo.