A ti, canto que descendiste
desde la montaña hasta el valle,
buscando al amigo
que escondido te reclamaba.
Versos escondidos
que algún día fuisteis leídos
por manos blancas,
y corazón henchido
y ojos adolescentes,
hoy, versos míos, la muerte
os llama para divertirse
con vosotros;
pero yo no os dejaré;
¡no, yo no os abandonaré!
Quedaréis conmigo,
versos doloridos,
con el gotear de la lluvia,
con el color de los montes,
con el trinar de las aves,
y con el dolor de los corazones…
El tiempo transcurrido
una profunda llaga nos ha dejado;
-¡no te preocupes, canto mío!-
se ocultará con el polvo
de los años
con el polvo del olvido.
¡Alégrate canto,
hoy somos libres
aunque ayer fuéramos esclavos
mañana quizás no vivamos
porque anteayer nos amenazaron!.
Canto,
canto mío,
canto de loco,
pájaro herido,
domingo solitario.
canción dolida,
ciudad corrompida,
agua pasada,
canto amarrado
en tinta a una hoja,
lucha de todos los días por sobrevivir,
destierro voluntario de este mundo,
silencio a voces malamente callado….