Sonaba una música, que al escucharla, producía una sensación envolvente y muy placentera, pareciera hacerte volar.
Quise encontrar el lugar y el origen de aquella misteriosa melodía que me fascinaba,
Camine y tras un pequeño espacio de tiempo, llegue hasta un claro de bosque. Donde había un pequeño pero hermoso lago. y en el medio apoyado en una pequeña isla,se
hallaba un hermoso piano de cola.
Detuve en el sorprendida la vista, nadie lo tocaba, era como si sus teclas se movieran solas. Pellizque mí rostro pensando\"Esto es un sueño\"
Y la música seguía sonando. Me hacia feliz escucharla. Senti el impulso de meterme en el agua, comencé a nadar.Al llegar a la isla al y al acercarme , desapareció,
desvanecido como por un encanto.Me tumbe a descansar en el lugar que segundos antes había ocupado el piano.
La música continuaba, decidí no pensar más en el misterio, dejarme llevar por la melodía.
Dispuesta a disfrutar de un sol que brillaba, dejándome invadir por la música, que dulcemente penetraba en mis oídos
disfrutándola, sintiéndola, sin preocuparme ya ni pensar de dónde provenía.
El sopor del calor, unido al cansancio por el esfuerzo de haber llegado a nado,
Hizo que me sumiera en un sueño profundo
Del que salí, cuando la música dejo de sonar.
Abrí los ojos y la luz de un foco, me cegó.
A mi lado una voz cariñosa, dijo;
–tranquila ya hemos terminado, todo ha salido muy bien- -¡Feliz Navidad!-