Paso el día doblando un mapa
para unir las dos ciudades,
y así tener la ilusión
de que una sola son.
Y, dobla que dobla,
salir al balcón,
que estés en la casa de enfrente
admirar tus ojos,
de refilón,
con pánico a ser descubierto.
Es lo más cerca que estoy,
hoy:
mirada de soslayo
desde la otra acera,
sobre un mapa inventado,
y ya me estremezco...
No alcanzo a imaginar
qué podríamos hacer juntos...