Alucinaron mis ojos
y el llanto desfiguró ni cara.
Te ví con ella...
casi probé tu aliento,
cuando percibí el dolor
retorciendo mis venas,
entumeciendo mis manos.
¡Ella y tú, abrazados...,
me faltó valor...!
En la misma calle
a la misma hora
un encuentro revelador.
Vamité tu nombre...
¡Traidor...!
Arribé a la esquina
y me perdí...