No quiero seguir siendo la daga que te hiera
ni estigma cruel de tu desbordada tristeza
deseo cobijarte en mi cielo de esperanza
impregnar tu rostro con el aroma de mis caricias.
Preciso tu sangre vibrando en mis venas
reavives con pasión mi piel olvidada de ternuras
ser el sueño que amanezca en tus labios
la realidad que pulse tu universo con armonía.
Eres la razón de cada latido de mi ser
infundes aire de vida y libertad con tu calma
armoniosa melodía conjugando amor y deseos
el destino que elijo hasta el final de mis días.
Nora Bo (Arg)
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