La tuya como una mariposa salio a volar, cumpliendo el ciclo estipulado.
La crisálida que se poso y maduro dentro de una vida, irrumpió en forma natural.
Los años de adolescente, tomo la forma de vida esperado, de todo lo que te rodeaba, produciendo una inestabilidad en tu delicado cuerpo que como cristal frágil y quebradizo funcionaba a un ritmo acelerado.
El perfume del jazmín se pego en ti como hiedra a la pared y la suavidad de la seda formo nido en tu cuerpo, copiando tus formas y medidas como calco natural, formando una silueta de doncella salida de un castillo, producto de un sueño basado en un cuento de hadas.
Y tu vida continua, hacia una meta determinada, fijándose cada día en las páginas de tu vida, que la realidad refleja desde siempre, como una aventura pensada esperando a tu príncipe azul.
Robi