El desconsuelo de mi alma se hace notar,
Cuando la marcha fúnebre comienza a sonar,
Amor agridulce sentimiento,
Hoy te doy mi último sollozo mi último lamento.
Espero que la prisión de mi conciencia me deje tranquila,
Ya que he matado a parte de mi vida,
Mi corazón protesta y me llama asesina,
Mi razón me llama precavida.
Mi querido corazón llámame hipócrita,
Pero no puedo seguir viviendo en los recuerdos que tú añoras,
Mi masoquista amigo,
Aunque no quieras despídete conmigo.
Adiós amor encuentra la paz,
Que en este cuerpo no la encontraste jamás.