BEATRIZ SUSANA OJEDA

Yo quería tocarlo.

 

YO QUERÍA TOCARLO…

 

Amor.

Yo quería tocarlo
tomarlo entre mis manos   despedirlo.
Como un pichón de alondra
perdido sin su madre
permaneció muy quieto entre las sombras.

Amor.


Yo quería tocarlo
sólo eso.
Saber que era verdad
que existía su voz desapegada
de los instintos huecos.

Amor.
Quería traspasar las puertas de su invento
atraparlo en su día
de irrefutable propiedad de consumirse
y apoyarlo suavemente
entre mis manos.

Amor.
Yo quería tocarlo
sólo eso.
Saber que había pasado por mi alma
decirle que fue amor
y soltarlo con un adiós sin besos.

Amor


Resuelto y liberado
voló hacia algún tiempo indevelado
bordando sobre el piso
una pluma de gracia.
Sin dejarse rozar
inició el viaje.


Beatriz Ojeda

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