Supongo que piensas devolverle al sol sus rayitos de luz
Rascar las quemaduras de tu piel y montada en un corcel
Recorrer la gran ciudad tu distrito ñato
Tocar las puertas de las casas vacías
Y esperar que tal vez alguien vaya a abrirte la puerta.
Pero no creas que fácil es pagar el precio de la luz eterna
No es fácil que te comas a las mariposas del jardín
Sin dejar manchas graves en tus labios de asesina
No es fácil encontrar un hogar que no sea abandonado
Y donde corran los poemas a abrirte la puerta cuando llegues.
No es fácil olvidarme mujer.