Como la sonrisa de un atardecer
dormido…
Ocultas tras la mirada inocente
del sueño
un rosario de besos inacabados.
Después
la siesta sobre una almohada
de luces
sujeta entre sus brazos de un vago
recuerdo el calor.
Mientras que las sombras alargadas
y oscuras
sostienen sobre sus rodillas
las leves caricias
de una luz que apenas si mirar puede.