¡GRACIAS SEÑOR!
Te doy las gracias Dios mío
por haberme dado tanto,
yo, que nunca fui un santo
pues te mantuve en el olvido.
Ahora comprendo ese espanto
que al perderte había sentido,
por nunca haber entendido
lo que fue tu ultimo llanto.
Ese que en penitencia habías vertido
cuando desde la cruz en lo más alto,
a esta humanidad has protegido
contra la maldad y el desencanto,
¡qué pena hayamos perdido
la estela de tu ejemplar manto!
Joanmoypra