Me siento en el patio solo
apartado de la gente,
con lágrimas en los ojos
escribo, lo que me dicta mi mente.
Me aíslo de todo el mundo
cansado de sus historias.
Quiero pensar en las mías
¡esas! las que me agobian.
No dejo de repetirme
dentro de mi pensamiento
¿por qué no salgo de aquí?
¡Dios mío! pero ¿qué he hecho?
Mi delito únicamente
fue adelantar mi viaje
sin saber que iba directo,
dentro de estos muros...
rodeados por alambres.
El sol ya se va ocultando
por detrás de la muralla
y yo sigo aquí escribiendo
poemas desde mi alma.
Sevilla, 29 de Enero de 2016