Catelgood

De La Vida, La Poesía, El Futbol... Y Otras Cosas...

Toda gavilla de bandoleros, truhanes o facinerosos,

Políticos, futboleros, poetas, músicos o comerciantes

Tienen entre sus filas, perfectos exaltados y celosos…

Guardianes de lo propio y lo ajeno, prontos diletantes

Que por un “quítame estas pajas”… se tornan feroces

Y la emprenden a golpes y a balazos, (los gángsteres)…

Los poetas y los burros, a versos agrios, críticas y coses

Y a coplas politonales y sonoras voces, los cantantes…

 

Lo mismo te dan cátedra, de como usar la metralleta

Que disparan sin requiebro, correcciones pustulantes

Te recuentan los defectos todos, de los otros cantantes

Y saben bien quién come a mano, sin usar la servilleta

Entre sus platos, siempre están los otros, en comidilla

Y con la espada en mano, para sorrajar al compañero

Siempre comen mal, por cuidar el plato ajeno… pero…

No se levantan ni al baño, por miedo a perder su silla

 

Si el gol fue de fantasía… ellos lo han hecho primero…

Si el enceste formidable, pues… ¡lo han visto mejor!

Si la canción tiene éxito, entonces le sacan el cuero

Y si el verso pasadero, ¡Nunca han visto nada peor!

Pero… ¡ay!... si alguien comete, la zafia impertinencia

De criticar lo de ellos… ¡entonces arde Troya, sí señor!

Se mesan de los cabellos, y ponen de toda su ciencia

Para sacarse la espina, y de ironía, disfrazar el dolor

 

Te exigen que oigas atento, su vana grandilocuencia

Y es sicario servil, del puñal y de la pluma enconada

Si de acuerdo con ellos; amigo de trascendencia…

Si en desacuerdo; ¡Pues entonces no vales nada!...

Y buscan enemigos de altura, para fingir la propia

Si no les hacen eco… pareciera que el gato los mió

Yo conozco de esos tipos, y conozco bien su inopia

Y los sé desde muy cerca… porque ese tipo… ¡Soy yo!