Guillermo Contento

Amanecer

Como capullo en invierno,

cerrada estaba su alma

viajando a hermosos lugares

sólo con mágicas danzas.

 

Una fiesta una mañana

fue motivo del encuentro.

Un suave roce de manos

y en los ojos sentimiento...

 

Fue la piel o fue la danza,

las palabras o ese beso...

Se abrieron los corazones,

y las dos almas se vieron