SONETO*
Por ésta Isla verde y frondosa pasó un día
el Príncipe lozano que orlara nuestro idioma
con el barroco cisne y la onírica paloma
y cosas otoñales de azul versallería.
Versó con Pan de musas y de filosofía
brindando con el néctar, allí, de Grecia y Roma
en una copa helena brillante y policroma,
y oyendo de las aves agreste sinfonía.
Amó la fronda espesa y el canto rebosante
de esta isla de ensueño de plomo y col diamante
rodeada por las aguas bermejas del Mar Dulce.
¡Si vuelvo tras tus pasos, Rubén, y tras tu acento,
las cuerdas de tu lira armoniosamente pulse
la mano gemebunda e indócil de este viento!
23-12-2017
*Escrito en conmemoración del paso de Rubén Darío por la isla Martín García, en donde, en 1893, compuso su famosa \"Marcha triunfal\".