Usted es mi adicción:
una cocina
con un sinfín
de platillos exquisitos.
Me apetece estar
con usted así
mojadita y calentita
sobre mí
escuchando mis latidos.
¡Ay, bendigame
con su paella
sancochadita
con o sin fideos!
Mamacita, ¡deme
una probadita
y múnteme
sin frenos!
Sin compromiso, deme
un baile de esos
muy rico y lento
donde habita el Amor
y el sabor del Consuelo.
¡Ay, tengo apetito
de sus antojitos y anhelos!
Entrelazados
nos entregamos
y saboreamos
y saboreamos
las gotas
de nuestro apetito...