Fuiste revelación y liberación,
eco de mis futuros y ayeres,
fuente de mucha ilusión,
hiel, limón y mieles.
Me trajiste paz, caos, compañía y descontrol,
sueños de pasión, desenfreno y perversión,
pero también algo de pena y frustración.
Fuiste el complemento perfecto,
La nota que quebró mi armonía,
Acepté todos tus defectos,
Tú trajiste locura a mi vida.
Revolviste mi cabeza,
sacudiste mi alma
y me liberaste de mis cadenas.
Aun así,
Tus actos firmaron irrevocablemente
nuestra condena.