Marcan las doce, Final de nochebuena,
Y un palpitar llaga a mi corazón con intensidad,
Me fuerzo a sonreir,
Mientras tomo la copa entre mis dedos
Y observó el líquido Carmín de su interior
Sin más tomó un sorbo de ella formando una mueca al instante
Es asquerosamente amargo sin duda.
Pero así es como te gusta a ti
¿No es así?
Casi puedo escuchar una risilla salir de tus labios,
Pero no es más que mi imaginación
Ya no llego a sentir tu mirada fija en mi, como siempre, esperando que disfrute una buena copa a tu lado, y es que lo intento, lo juro. Sin embargo no me acostumbro al sabor.
Siendo sinceros prefiero el dulce sabor de tus besos que el amargo sabor del vino.
Pero ahora, comenzando la fecha, añoro sentir tus carnosos labios, con o sin el sabor del vino desprendiendo de ellos. Miro al que solía ser tu lugar, que ahora se encuentra vacío y saboreo una vez más el contenido de la copa, definitivamente no tienen ni punto de comparación y aun así lo vuelvo a intentar, sin caso y sin motivo. La copa queda vacía y sin más la posó en la mesa al oír las campanadas
-Feliz Navidad- digo a tu lugar, mientras una lágrima rebelde corre por mi mejilla.
-A.Soul-