Parece que fue ayer
cuando nos despedimos,
que hasta empezó a llover
cuando un beso nos dimos.
Dijiste volveré
mi viaje será corto,
y yo te esperare
si es por ti yo soporto.
Al sol de cada día
mirando el horizonte,
con el azul del cielo
con el verde del monte.
Mi alma no se cansa
te pienso en demasía,
y ese sentimiento
mantiene mi armonía.
Mi cabello ha blanqueado
desde tu despedida,
mi corazón te espera
mi mente no te olvida.
En treinta y tantos años
aun te veo llegar,
y se que me hago daño
porque no va pasar.
Aun leo tu carta
la que hace tiempo enviaste,
que dice no me esperes
que eres otra y cambiaste.
Me dice que te borre
y que mi vida siga,
pero mi tiempo no corre
desde tu despedida.