Garcilaso que recitas en mi alma
tu verso de oropel y terciopelo,
bebo tu licor hasta que desvelo,
de todos los pesares me ensalma.
Endecasílabos sin par, pionero
de las letras hispanas, bardo fuiste
de la elegancia italiana, postrero
portavoz del medievo decadente.
Te hiciste acompañar de un tal Boscán,
catalán de talento sorprendente.
Valga este como tributo inútil
a tus méritos de excelso poeta,
Me presto a blandir cual espada fútil
tu poemario, que el desdén sujeta.